by Triny | Mar 26, 2014 | Tejiendo de Corazon |
Yo conocí a Juan en Septiembre de 1988, en Octubre nos hicimos novios y en enero entendimos que no podíamos estar el uno sin el otro.
Aunque no se lo habíamos dicho abiertamente, la bendición de mis suegros ya la tenía, les caí bien y sentí su agrado como novia de su hijo.
Lo que más me preocupaba era la reacción de mis padres, y no porque fueran cerrados, sino porque ellos siempre mantuvieron la idea de regresar a Chile y pensaba que si yo me comprometía en una relación con planes a futuro podría echar por tierra sus proyectos de retorno, además que yo vivía sola y lejos de ellos.
De tanto hablar de mi jefe, mi jefe aquí, mi jefe allá, mi mami comenzó a sospechar que algo más había que una simple relación de trabajo. Así que planificaron un viaje a Puerto Ordaz para llevarme algo que necesitaba, y fue el momento ideal para que Juan y ellos se conocieran. No les tengo que decir que quedaron encantados con él, siempre atento, cariñoso y muy educado. Fuimos a celebrar su visita a un restaurante italiano. Todo estuvo muy lindo pero no dijimos nada aun. Hoy entiendo que al igual que mis suegros ellos se dieron cuenta, pero optaron por respetar nuestro silencio.
Yo tenía mucho miedo, pensaba que si se enteraban que era algo serio me mandarían de regreso a Chile y todo terminaría. Juan quería hablar con ellos pero yo le pedí que no lo hiciera aun.
A finales de Febrero de 1989, a Juan le notificaron que tenía que viajar para entrenamiento a España por un mes. El curso era desde el 15 de abril hasta el 15 de mayo. El simplemente me propuso que fuéramos juntos, que fuera nuestra Luna De Miel. Yo no lo podía creer, me estaba proponiendo matrimonio. Yo dije que Si de inmediato, ¿se imaginan mi felicidad?
Después de la alegría vino el miedo, ¿Cómo se los digo a mis padres?, Cual sería su reacción y el impacto en sus planes futuros? La culpa y el temor me invadían pero más pudo el amor que sentía. Así que planificamos un viaje para el fin de semana siguiente con la idea de visitar a mis padres y darles la noticia. Mi mamá me pregunto que para que íbamos los dos y mi respuesta fue : tenemos que hablar. Teníamos menos de un mes para prepararlo todo, no podíamos esperar mucho más.
Todo el viaje de casi tres horas me fui callada, pensando y preocupada.
Cuando llegamos nos reunimos mis padres y mi hermano mayor junto con Juan y yo en la sala de la casa. Juan también estaba preocupado de que la noticia no fuera bienvenida así que les dijo : “Durante los últimos meses entre Triny y yo ha nacido un sentimiento fuerte, puro y hermoso y no quisiera que por falta de entendimiento nos separaran y se pusiera fin a lo que sentimos. Es por eso que hoy no les vengo a pedir permiso para estar con Triny, hoy hemos venido a informarles y a pedir su bendición porque hemos decidido juntar nuestras vidas y casarnos en las próximas semanas…”
Pasaron unos segundos de silencio luego de haberles presentado la noticia, creo que para asimilar lo que habían escuchado, pero si les puedo decir que fue un momento de dicha y felicidad para todos y pasamos el fin de semana celebrando y explicándoles en detalle nuestros futuros planes.
Mis padres adoran a Juan, lo quieren como un hijo, lo valoran y respetan porque Juan se lo ha ganado. El cariño de Juan por mi familia es inmenso. A mis padres los quiere tanto que siempre los ha llamado papá y mamá.
Así que con un mes para organizar nuestro matrimonio comenzamos a correr. La fecha que escogimos fue el 31 de marzo, el mismo día del cumpleaños de Juan…
Triny
by Triny | Mar 19, 2014 | Tejiendo de Corazon |
Para ir al nuevo trabajo no había transporte público, se encontraba en una zona industrial a las afueras del centro de la ciudad y por suerte la administradora de la empresa vivía cerca de donde yo residía, con lo cual el problema de transporte fue solucionado.
El laboratorio aún no estaba funcionando, los muebles, instrumentos y equipos estaban por llegar. Las primeras semanas fueron para aprender los métodos que necesitaba aplicar para los análisis y organizar en planos el laboratorio. Pasábamos muchas horas juntos, en entrenamiento, visitando proveedores y clientes.
Juan, hijo de emigrantes españoles, solo tiene una hermana, él es el mayor. Es un hombre muy inteligente, nuestros temas de conversación iban desde la familia, libros, ciudades, historia y por supuesto química. No había nada de lo que le preguntara que no lo supiera por lo que siempre había algo que aprender. Juan es un hombre de un carácter fuerte. Yo la segunda hija, después de mi hermano mayor, luego dos hermanas más pequeñas, con un carácter más bien suave (aunque de vez en cuando se me atraviesa el apellido, jajajaja).
Las horas se iban volando cuando estábamos juntos y creo que a los dos nos hacían falta más, así que comenzamos a salir después del trabajo, al cine, a cenar, o a pasear por alguno de los parques de la ciudad.
Los fines de semana que no iba a mi casa (a 300 kms de Pto. Ordaz), el me llevaba a conocer sitios hermosos, como Los Castillos de Guayana, la Llovizna, El parque Cachamay, etc. Comencé a ver Venezuela por los ojos de un hombre que la amaba y que conocía su historia. Fueron momentos que atesoro en mi corazón y que recuerdo con mucha nostalgia. Amo a Venezuela porque lo aprendí de él.

Cada día que pasábamos juntos nos acercaba un poco más. Aunque los sentimientos eran mutuos ninguno de los dos dijo nada, era una situación muy difícil para ambos ya que Juan era mi jefe.
Al mes de estar trabajando juntos ya no pudimos disimularlo más y nos declaramos nuestro amor. Fue en una carretera, íbamos a evaluar un proveedor de materia prima y aunque el escenario no suena nada romántico, fue realmente mágico.
Desde ese momento nuestras vidas cambiaron, no fue fácil, ya que en el trabajo el era el Gerente y yo su Técnico de Laboratorio, no había preferencias. Tampoco lo hubiésemos permitido, el trabajo se respetaba y se hacía bajo las más estrictas normas. Al salir del trabajo era diferente, el me pedía que los problemas del día se quedaran en la oficina. Compartíamos, disfrutábamos, salíamos y continuamos aprendiendo el uno del otro.
Recuerdo que cuando conocí a mis suegros fue en un viaje que ellos hicieron a Puerto Ordaz. No sé si ellos ya sospechaban algo, por los comentarios de Juan por teléfono, o es que se dieron cuenta cuando salimos a pasear y a cenar juntos. Al despedirnos, cuando me dejaron en mi apartamento, mi suegra me dijo muy bajito : “Cuídamelo” y yo le dije : ” lo hare” no sin dejar de ponerme roja como un tomate…
by Triny | Mar 17, 2014 | Crochet |
Una de las cosas con las que me he topado en este continuo aprender es como determinar ¿Cuánto aumento tengo que hacer para un determinado gorro?, ¿Cómo saber si lo que estoy tejiendo va a salir con las medidas que quiero?
Es una pregunta me la han hecho en repetidas oportunidades y muchas más veces desde que tejí el Gorro Medieval, por lo que ahora voy a compartir lo que he aprendido
La respuesta es sencilla y tenemos que utilizar un poquito de matemática.
Lo primero y más importante, es tomar correctamente la medida de la circunferencia de la cabeza, que va desde la frente hacia atrás tomándola en la parte más ancha. El esquema de abajo indica donde y a que altura aproximadamente tomar esta medida.

Esta medida, la circunferencia de la cabeza, es la que vamos a utilizar para hacer nuestro cálculo y es aquí donde vamos a celebrar el día de Pi.
El día 14 de marzo de cada año se celebra el día Pi. Recuerdan el número Pi ?, pues es bien sencillo si tienen presente el día Marzo, 14 : Mes 3, día 14, 3.14, este es el mágico número Pi y este número va a ser quien nos ayude en el cálculo que tenemos que realizar.
Si dividimos la medida de la circunferencia de la cabeza entre el número Pi, tendremos la medida en centímetros (o pulgadas) hasta donde tenemos que realizar los aumentos del gorro. Por ejemplo si la medida de tu cabeza es de 55 centímetros (22”), y dividimos este valor entre 3.14, la medida de aumentos será de 17.5 centímetros (7”).
La siguiente tabla les ayudara a establecer los aumentos para medidas estándar.
Medidas del Gorro
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Circunferencia de la Cabeza
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Medida de Aumentos
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Altura
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Recién Nacido |
33 a 35 cm
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10.5 a 11.2 cm
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11.5 a 12 cm
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Bebé de 3 a 6 meses |
35 a 43 cm
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11.2 a 13.7 cm
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13 a 13.5 cm
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Bebé de 6 a 12 meses |
42 a 49 cm
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13.4 a 15.6 cm
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14 a 15 cm
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Niños de 1 a 3 años |
46 a 51 cm
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14.7 a 16.2 cm
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15.5 a 16 cm
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Niños de 4 a 10 años |
48 a 52 cm
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15,3 a 16.6 cm
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16 a 16.5 cm
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Adolecentes |
52 a 56 cm
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16.6 a 17.8 cm
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16.6 a 17.8 cm
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Mujeres |
55 a 59 cm
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17.5 a 18.8 cm
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20.5 a 21 cm
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Hombres |
59 a 62 cm
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18.8 a 19.7 cm
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22 cm
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Espero que esta breve explicación les ayude con sus proyectos, y será hasta la próxima.
Triny
Pd. : para que practiquen este cálculo, un nuevo video para un gorro con el Punto de Conchitas Diagonal está siendo publicado junto con otros dos nuevos videos.
by Triny | Mar 12, 2014 | Tejiendo de Corazon |
En Chile el año escolar iba de Marzo a Diciembre, terminando mi primer año de secundaria viajamos a Venezuela. El año escolar en Venezuela es desde Septiembre a Junio, es decir que para comenzar nuevamente mis estudios tuve que esperar casi un año completo. A mí me revalidaron todas mis materias pero no así a mis hermanos, de manera que para no perder el tiempo acompañaba a mi hermano mayor a sus clases y así yo también aprendía como era el ambiente en el colegio.
La adaptación a la comida fue paulatina, quizás lo que más me costo fue el sabor de un plato muy típico de Venezuela : la hallaca, por su sabor tan propio y el plátano frito por lo dulzón, pero poco a poco nos fuimos adaptando bien a todas las cosas, y nos integramos fácilmente a la sociedad.
Mi hermano y yo salimos juntos de la educación media, mi hermano se fue a Caracas a estudiar computación. Por mi parte, yo quería estudiar diseño de modas pero mis padres no podían mandarnos a los dos afuera, por lo que yo me quede en mi pueblo estudiando Tecnología Química. No es que fuera mi fuerte pero era mejor que Administración, Mecánica o Agricultura que eran mis otras alternativas.
A mí siempre me gustaron las manualidades, eso ya se los había contado, me gusta mucho cocinar. Aprendí a tejer a ganchillo y mi mamá, por ser profesora de moda, me enseñó a coser mi propia ropa, así que cuando comencé a estudiar a nivel superior yo me diseñaba y hacia mi vestuario. Cada semana estrenaba algo nuevo, una blusa, una falda etc.
Poco antes de terminar mi carrera me fui a hacer mi tesis de grado a otra ciudad, Puerto Ordaz, ciudad a la que volví después de graduarme para la búsqueda de trabajo. Pensaba que sería mucho más fácil para mí conseguirlo en una zona industrial y donde ya tenía algunos contactos. Mientras conseguía algo en mi especialidad trabaje de recepcionista en una empresa de la zona.
Un día llego a la recepción donde trabajaba un señor joven preguntando por Mari Triny y se presentó como Juan. Me dijo que un amigo en común le había hablado de mí, contandole que estaba recién graduada y que estaba buscando trabajo. Casualmente Juan necesitaba un técnico para trabajar en el laboratorio de control de calidad de la empresa en la cual él era el gerente. Quedamos de vernos al finalizar mi día de trabajo en un café para hablar sobre la posición. La entrevista comenzó con lo básico, mis conocimientos y mi experiencia, la cual no era mucha solo lo que había realizado en mi pasantía. La charla fue muy amena, teníamos los mismos gustos en lectura y muchas cosas afines. Esa misma semana renuncie a mi trabajo de recepcionista y comencé a trabajar con Juan. Hay personas que no creen en el amor a primera vista, yo les puedo decir que si existe y en nuestro caso fue de ambos lados, fue eso o la química (Juan es Ingeniero Químico), cualquiera sea la razón, solo sé que despues de 25 años, esa magia sigue….
by Triny | Mar 5, 2014 | Tejiendo de Corazon |
Primero que todo soy Ciudadana del Mundo, asi me siento y asi soy, pero todo comienza para mi al salir de Chile y convertirme en emigrante. Ser emigrante es una decisión de vida, es tener conciencia que vas a ser extranjera tanto en el país al cual vas, como en tu propio país cuando regreses de visita. Eso lo supe desde un principio : un tío, hermano de mi papá, fue el segundo en emigrar a Venezuela, regreso de visita a Chile y cuando lo escuche, su acento era diferente, su tono había cambiado, él no lo notaba pero nosotros sí. Eso mismo me pasó a mí, tengo la mezcla de dos formas de hablar, el cantadito del chileno y el acento venezolano. Uno no se da cuenta hasta que alguien te lo dice, sobretodo cuando conoces a otro latino, nos identificamos de donde somos por nuestros diferentes acentos y particulares entonaciones : mexicanos, colombianos, peruanos, centroamericanos, etc. Conmigo les cuesta porque justamente mi acento es una mezcla con sus propias particularidades.
Emigrar a un país, como me tocó a mí a los 14 años, no es fácil. Aún tengo en la mente la imagen de mi abuelito despidiéndose de nosotros en el patio de su casa, bajo el parrón de uvas, sus ojos llenos de lágrimas : se iba la mayor de sus hijas, mi madre. Fue la última vez que lo vi. Esa es la parte más dura al alejarse de la familia, estar ausente en los matrimonios, bautizos, en los cumpleaños o cuando se van de esta tierra. Alejarse de los amigos, tus vecinos, de la calle en la que jugabas, la iglesia en donde te bautizaste y en la que hiciste la primera comunión, donde aprendiste a andar en bicicleta, etc. Pero a todo se acostumbra uno aunque se añora siempre. Es tomar tus raíces para sembrarla en otra parte.
¿Porque emigramos a Venezuela? Ya teníamos a dos tíos allá, la hermana y hermano de mi papá. En Chile, por razones que no vienen al caso, le negaron a mi padre su último escalafón en donde trabajaba. Con cuatro hijos pensaba que no podría costear los estudios de todos. Con lo que ganaba no le alcanzaba, aun trabajando los fines de semana. Él se fue primero, abriendo el camino, y luego le seguimos mi mamá y nosotros cuatro.

Quien es Triny ?
En Venezuela fue relativamente fácil, mismo idioma, culturas parecidas. La gente venezolana es muy agradable, tanto que aun mantengo contacto con las amigas que me tocaron tanto en el colegio como en el instituto donde estudie mi carrera. Quizás los momentos más difíciles fueron aquellos en los cuales siendo joven, me hacían recordar que era extranjera, principalmente cuando esos comentarios venían de profesores y personas de autoridad. En fin son cosas que me ayudaron a madurar y crecer. Afortunadamente la mayoría de mis profesores y compañeros fueron todos muy lindos, siempre prestos a ayudarnos, sobre todo con la historia de Venezuela, cultura, etc……