Yo conocí a Juan en Septiembre de 1988, en Octubre nos hicimos novios y en enero entendimos que no podíamos estar el uno sin el otro.

Aunque no se lo habíamos dicho abiertamente, la bendición de mis suegros ya la tenía, les caí bien y sentí su agrado como novia de su hijo.

Lo que más me preocupaba era la reacción de mis padres, y no porque fueran cerrados, sino porque ellos siempre mantuvieron la idea de regresar a Chile y pensaba que si yo me comprometía en una relación con planes a futuro podría echar por tierra sus proyectos de retorno, además que yo vivía sola y lejos de ellos.

De tanto hablar de mi jefe, mi jefe aquí, mi jefe allá, mi mami comenzó a sospechar que algo más había que una simple relación de trabajo. Así que planificaron un viaje a Puerto Ordaz para llevarme algo que necesitaba, y fue el momento ideal para que Juan y ellos se conocieran. No les tengo que decir que quedaron encantados con él, siempre atento, cariñoso y muy educado. Fuimos a celebrar su visita a un restaurante  italiano. Todo estuvo muy lindo pero no dijimos nada aun. Hoy entiendo que al igual que mis suegros ellos se dieron cuenta, pero optaron por respetar nuestro silencio.

Yo tenía mucho miedo, pensaba que si se enteraban que era algo serio me mandarían de regreso a Chile y todo terminaría.   Juan quería hablar con ellos pero yo le pedí que no lo hiciera aun.

A finales de  Febrero de 1989,  a Juan le notificaron que tenía que viajar para entrenamiento a España por un mes.  El curso era desde el 15 de abril hasta el 15 de mayo.  El simplemente me propuso que fuéramos juntos, que fuera nuestra Luna De Miel.  Yo no lo podía creer, me estaba proponiendo matrimonio. Yo dije que Si de inmediato, ¿se imaginan mi felicidad?

Después de la alegría vino el miedo, ¿Cómo se los digo a mis padres?, Cual sería su reacción y el impacto en sus planes futuros?  La culpa y el temor me invadían pero más pudo el amor que sentía. Así que planificamos un viaje para el fin de semana siguiente con la idea de visitar a mis padres y darles la noticia.  Mi mamá me pregunto que para que íbamos los dos y mi respuesta fue : tenemos que hablar. Teníamos menos de un mes para prepararlo todo, no podíamos esperar  mucho más.

Todo el viaje de casi tres horas me fui callada, pensando y preocupada.

Mis PadresCuando llegamos nos reunimos mis padres y mi hermano mayor junto con Juan y yo en la sala de la casa. Juan también estaba preocupado de que la noticia no fuera bienvenida así que les dijo : “Durante los últimos meses entre Triny y yo ha nacido un sentimiento fuerte, puro y hermoso y no quisiera que por falta de entendimiento nos separaran y se pusiera fin a lo que sentimos.  Es por eso que hoy no les vengo a pedir permiso para estar con Triny,  hoy hemos venido a informarles y a pedir su bendición porque hemos decidido juntar nuestras vidas y casarnos en las próximas semanas…”

Pasaron unos segundos de silencio luego de haberles presentado la noticia, creo que para asimilar lo que habían escuchado, pero si les puedo decir que fue un momento de dicha y felicidad para todos y pasamos el fin de semana celebrando y explicándoles en detalle nuestros futuros planes.

Mis padres adoran a Juan, lo quieren como un hijo, lo valoran y respetan porque Juan se lo ha ganado.  El cariño de Juan por mi familia es inmenso.  A mis padres los quiere tanto que siempre los ha llamado papá y mamá.

Así que con un mes para organizar nuestro matrimonio comenzamos a correr.  La fecha que escogimos fue el 31 de marzo, el mismo día del cumpleaños de Juan…

Triny

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