¿A quién no le ha pasado que cuando más apurados estamos, para terminar un trabajo, para una reunión, algo pasa que nos impiden cumplir o llegar a tiempo?

Esta frase que se le atribuye al Emperador Napoleón Bonaparte y también al Monarca Fernando II quiere decir que actuemos despacio ante una crisis, que en la premura podemos cometer errores que puedan atrasarnos en cumplir con lo pautado.

Ustedes se preguntaran ¿A qué viene esto? Muy sencillo. Las personas que me siguen en mis tejidos se habrán dado cuenta que he disminuido la cantidad de videos que subía semanalmente, he publicado, pero no la cantidad a las que están acostumbradas y está es la explicación.

Cuando hay cambios en el entorno, esos cambios afectan el las rutinas diarias. Muchas de Uds. saben que para poder publicar un video hay un proceso de horas que debe cumplirse: de mi parte  grabar y revisar, luego la edición y subida de los videos a la internet la cual hace mi esposo, somos un equipo que funciona muy bien…..siempre que estemos cerca, sobre todo con los equipos ya que si algo no funciona como debe o se presenta un percance técnico, al tener a Juan a mi lado la solución es pronta.

Juan está de viaje con una diferencia horaria de dos horas y con limitaciones en la velocidad de la internet, pieza fundamental para poder enviarle los videos. Nos hemos organizado de tal forma que he tratado de enviar los videos temprano de manera que dé tiempo a la transferencia y poder seguir publicando pese a la distancia, pero así y todo siempre salen detalles que atrasan el tener todo listo.

En esto de hacer las cosas más fáciles para mí, compramos una nueva videograbadora que fuera de fácil manejo y con la cual poder bajar la información a mi computadora sin complicaciones. Hasta ayer todo iba bien, hasta que luego de grabar 4 videos y pasar a la etapa de revisión me percate que los mismos no quedaron bien y que tengo que grabarlos nuevamente. ¿Qué paso?

En varias partes de los videos se perdió el foco y resultaron imágenes borrosas. Al tratar de hacer todos los videos juntos y con un equipo nuevo, me salte el proceso de calibración de la cámara y salte directamente al de producción con lo que al tratar de acelerar el proceso lo único que hice, por la prisa y la premura, fue atrasarlo.

A eso se refiere cuando decimos vísteme despacio porque voy de prisa, vamos a hacer las cosas pausada y calmadamente para que todo salga como queremos.

Esto lo podemos aplicar a nuestra vida diaria: Nos piden algún trabajo y no lo comienzo sino hasta días después porque tengo tiempo, y resulta que cuando llega el momento de hacerlo con prisa, se va la luz, llegan visitas o sale algún que otro imprevisto y no puedo cumplir con lo comprometido. Otro ejemplo puede ser el levantarse tarde, arreglarse de prisa para una cita, preparar el café sobre la marcha, tomar una taza y por el exceso de prisa marcharse la camisa, resultando en un retraso en la cita pautada.

Estoy segura que si pensamos un poco encontraremos muchos episodios en los que esto nos ha pasado. Hay que siempre recordar que hay cosas que podemos controlar y otras que no, por lo que es más importante si queremos cumplir y evitar el famoso “stress” hagamos las cosas con calma y con tiempo suficiente para que todo salga como lo hemos planificado.   Y si pese a todo las cosas no salen como lo habíamos planificado, pues a tomar las cosas con calma y aprendamos de cada tropiezo que nos ponga la vida.

 

Triny

Translate »